El masaje manual tiene como objetivo activar la circulación de los tejidos favoreciendo su oxigenación debido al aumento de temperatura local por la hiperemia producida y al efecto mecánico de arrastre, por lo que actúa directamente sobre la celulitis. Además moviliza y ablanda el tejido adiposo aumentando su metabolismo y favoreciendo la actuación de otros tratamientos para combatirlo. A nivel cutaneo, determinadas técnicas de masaje activan la contracción de colágeno y elastina de la piel favoreciendo su reafirmación y tonificación, que junto con la relajación muscular que produce, actúa sobre arrugas y marcas de expresión. Si además el masaje se combina con la aplicación de complejos de aceites esenciales y mascarillas reductoras, drenantes o reafirmantes, se consigue potenciar la acción deseada.
La combinación del tratamiento manual con la aparatología adecuada es la manera más eficaz de combatir de manera no invasiva, cualquier inesteticismo.